
Hace un ratito que contestaba mi primer comentario en uno de mis artículos (me encantaría recibir mil más!!) y he recordado esta foto tan chula que define de una manera híper clara cómo me regulo tras un día intenso de trabajo, de montaña o de estímulos fuera de lo que estoy acostumbrada (Música, libros y… casa). Todos necesitamos cargar nuestras baterías, y en mi caso un poquito más de lo normal porque se gastan con mayor frecuencia; para mí no es un problema, tengo un estilo de vida que me aporta unos niveles de energía muy elevados (nutrición, hidratación, deporte, descanso..) así que es difícil que se me agoten las pilas.
Cuando se me agotan? En cambios de planes inesperados (y si el plan depende de mí y tengo que ser yo la que decida uno nuevo un poquito más), y sobretodo se me agotan cuando me toca lidiar con personalidades más bruscas, más radicales, porque no las entiendo y porque las percibo como un ataque y me dejan bajo mínimos. En casos así la respuesta es clara: intenta salir por peteneras Sarica, que se te comen.
Gracias Diego por recordar mi época como dj, que guay fue pinchar en festivales y en ciudades y paises tan increíbles!!
Y bien, por qué ahora?
Hace ya muchos años que la gente de mi alrededor me animaba a escribir un libro de mi vida, porque escribo bien, porque me expreso de un modo accesible y desde un punto de vista un pelin suicida por la exposición que ello representa pero también valiente, qué narices.
Nunca me he atrevido a lanzarlo, me inventé un alterego y tuve el ok de dos editoriales pero no quise seguir adelante, demasiadas emociones (os aseguro que la infancia de una niña y adolescente neuro divergente no es un camino de rosas lleno de amigos y de buenos recuerdos, ni falta que hace.. agradecida por ser como soy y sentir como siento, recuerdos y aprendizajes sin más)
Hace varios meses que me rodeo de papás y mamás cuyos peques y no tan peques están siendo diagnosticados con autismo, tdha.. y tienen miedo, y les entiendo. Porque es un rollo ser el rarito de la clase.
El punto de inflexión y por el cual decidí dar vida a este blog fue verme en varias ocasiones escuchando frases como “eres una tia genial, me encantas!! Pero estas reacciones solo te las he visto a ti”, y claro, cuando son colegas pues intentas camuflarte pero cuando son personas más cercanas, parejas, familia.. jo, me quedo con la sensación de hacer daño, de estar engañando, y duele. Porque necesito el mismo cariño que todos, porque es bonito que te acepten con todas tus cosas y que te quieran cerca. Porque el vacío, el reproche y el insulto gratuito duele nivel ampolla en pleno ultramaraton en julio por Benasque.
Si, soy neuro divergente desde que tengo uso de razón, y si fuera madre de un niño con necesidades especiales me encantaría contar con los consejos de un adulto que ya ha pasado por el dolor que siente ahora mi hijo por no encajar o no ser como el resto. Por eso quiero alzar la voz, aunque se que generará reacciones feas.
Porque me quiero demostrar a mi misma que puedo escribir 100 días seguidos, gestionar una carrera de 120kms y no morir en el intento. Porque una vez más y como dijo Galeano “compañeros, yo quiero contar con vosotros”.
Y quiero que contéis conmigo padres asustadillos, quiero que sepáis que el cómo traten las personas a vuestros peques.. el cómo reaccionen es algo que no depende de vosotros, y que en todo caso dice mas de ell@s que de vuestros peques. Que fuera miedos, que esto está más a la orden del día que las adidas gazelle y que si alguien quiere estar, estará. Y si no pues toca aceptarlo, pero que estas situaciones nos pasan a todos, no hace falta tener un cerebro diferente para que la gente quiera o no seguir ahí.
Y por eso ahora, y por eso aquí. Y que os quedéis qué narices, que vosotros también sois raritos a veces 😉😘

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