Los diarios de Sara

Uno de los objetivos de este 2025 ha sido empezar a correr todos los viernes con un grupo de personas a las que conozco aunque nunca había entrenado con ellos.

El horario me encaja, las rutas son por zonas que desconozco pero que no tienen mayor dificultad que la que me puedo encontrar en los montes de la puebla.. Aún y así aprovecho el ratito que tengo de furgo para planificar un poco.

El primer día se hicieron dos grupos y decidí irme con el menos numeroso, estaba un poco nerviosa y sabía que era la mejor opción de cara a eliminar todos los estímulos ansiogenos que me pudiera ocasionar que todo fuera tan nuevo. 

Hoy se ha hecho solo un grupo, y sabía que el rodaje iba a ser más exigente. 

“Ok Sara, sin problema. Sabes que el primer trocito es sencillo, ya lo hiciste la semana pasada. Aprovecha para calentar, adaptarte a los ritmos.. Céntrate en lo importante, ser uno más y disfrutar, que para eso corres y para eso has venido, que esta gente es bien maja. Llevas tu potito para estrujar, concéntrate en la respiración, en las zancadas, intenta captar alguna conversación y aprovecha para hablar con alguien…

Minuto 50’, ostras, no te has tomado el potito que te has traido, vaya, bueno, no pasa nada, sabes que en grupeta el objetivo es disfrutar y salir un poco del punto de comodidad.

Ostras, han dicho que iba a durar una hora y media pero ya llevamos ese rato y no hemos llegado. Podría preguntar pero mejor no hacerlo, no es tan importante, ya llegaremos.

Zona de pinos. aumentamos ritmo, concentración maxima. Cuando corro en zonas nuevas y con desnivel tengo que estar muy pendiente del equilibrio, la luz me molesta más, el golpe del pie en el suelo.. venga Sarica, con la calma que vas de lujo.

Bajada sin mucha complicación, gente hablando, céntrate, pie-pie, no pasa nada, ostras, parece que se han lanzado todos y me estoy quedando un poco atras, joder, ibas bien, mierda, céntrate que te vas a esmoñar, para tu pensamiento arborescente en… PUFF!” Agotamiento por exceso de información que procesar. Mis movimientos son mucho más rápidos, no conozco la zona, me preguntan qué tal, me bloqueo. Me gustaría contestar y me cuesta un poco. Jope, que vergüenza, joder, otra vez!! Por qué no puedo hacer lo mismo que tod@s??”

Y en cualquier otro momento no hubiera podido seguir, me hubiera quedado sentada, me hubiera ido. 

Hoy he parado, he cogido del hombro a un compañero, le he explicado que a mi cerebro le cuesta procesar información tan rápido, que me diera un poquito de margen, que todo ok.

Se ha quedado conmigo, ha entendido que necesitaba ayuda y me ha explicado el resto de la ruta y lo que tardaríamos en llegar.

Mi cuerpo seguía fuerte y mi cabeza ha vuelto al ruedo. Ya sé lo que nos queda, puedo ir procesándolo de a poquito. Qué guay.

Hemos llegado a la explanada, y sin venir a cuento he contado 

“Ostras, sabéis lo que me ha pasado? Soy neuro divergente y me cuesta mucho procesar mucha información de golpe cuando todo es nuevo, he pasado un par de minutos reguleros!! Por cierto, quereis un cachico de brownie? Es de boniato sin azúcar”

• Ostras, eso es como una dislexia no?
• Anda! Jope, qué curioso, bueno, a mi se me olvidan mucho las cosas a veces y también es un poco rollo
• Vaya, y estás ya bien?
• Venga, viernes que viene le volvemos a dar ferrete todos, buen finde!!

Y ya. 

Cómo necesitaba esto, qué vergüenza, qué rollo, y qué bien.