Los diarios de Sara

Querida pequeña chispilla,

Sé que a veces sientes que el mundo no está hecho para ti, que todo es demasiado ruidoso, demasiado confuso, demasiado difícil de encajar, que hay momentos en los que te preguntas si hay algo mal contigo, si deberías cambiar para ser como los demás. 

Déjame decirte algo: 

No necesitas arreglarte. 

Eres exactamente como debes ser.

El mundo a veces no sabe cómo tratar a alguien como tú. Puede que no entiendan por qué te afectan tanto ciertas cosas, por qué te emocionas tan intensamente o por qué ves el mundo de una manera diferente. Pero eso no significa que tu forma de ser esté mal. Significa que tienes una luz diferente, una manera especial de pensar, sentir y crear que otros no siempre pueden ver.

Habrá días en los que te sentirás sola, en los que desearás que alguien te comprenda sin que tengas que explicarlo todo. Pero te prometo que, en algún momento, encontrarás a esas personas que te verán y dirán: “Te entiendo.” Y cuando eso pase, te darás cuenta de que nunca estuviste sola, solo estabas esperando encontrar a los tuyos.

Mientras tanto, cuida de ti misma. No te castigues por sentir demasiado o por necesitar cosas que otros no necesitan. 

Si algo te hace feliz, abrázalo sin miedo. Si necesitas descansar del mundo, date ese descanso sin culpa. Si sientes que nadie te entiende, recuerda que hay muchas personas como tú, incluso si aún no las has encontrado.

No dejes que nadie te haga creer que eres menos valiosa por ser diferente. Tu forma de ser es un regalo, aunque ahora pueda parecer un desafío. 

Cuando crezcas, descubrirás que esa intensidad, esa sensibilidad, esa forma de ver el mundo serán tu mayor fortaleza.

Venga pequeñ@s valientes, este mundo os espera.